Beneficios del porteo, qué es y por qué es lo más recomendable

Cada vez son más los especialistas en crianza que recomiendan portear. Los beneficios del porteo son tanto para el adulto que lo realiza como para el bebé. Pero es importante que sepamos qué es el porteo y cómo se debe realizar de forma segura. Como muchas veces hemos comentado la crianza tiene mucho de sentido común y en muchas cosas estamos volviendo a los orígenes y volviendo a adquirir lo que nuestras abuelas tenían por válido. Así ha pasado con el porteo, fue la manera más común y lógica de llevar a los bebés en generaciones pasadas y ahora hemos vuelto a descubrir sus beneficios.

Qué es portear

El porteo es llevar al bebe encima con algún tipo de sujeción que haga que el contacto entre quien portea y el bebé sea continuo. Es fundamental que el porteo sea seguro, que la sujeción sean homologado y ergonómica y que se respete la evolución del niño. No tienen nada que ver portear a un recién nacido que a un bebé de seis meses.

Portear es la mejor opción para tener a los bebés ya que es la mejor manera de acompañar a nuestro hijo a que se acostumbre al mundo. El primer gran reto al que se enfrenta un recién nacido es su salida al mundo. Tras nueve meses en el vientre materno el cambio que viven es muy grande. Portear a los bebés, oliendo, tocando y escuchando el corazón de sus padres sin duda hace que esta transición sea mucho más placentera para los pequeños.

Beneficios del porteo

El principal beneficio que tiene el porteo es el vínculo que se crea entre el adulto y el bebé. Se forja un vínculo de apego en donde el bebé se siente seguro y confiado. Los recién nacidos necesitan de mucho contacto físico. Han estado nueve meses en el útero, donde las paredes hacían de límite y cuando nacen cualquier espacio les resulta demasiado grande.

Los sentidos que tiene más desarrollados un recién nacido es el tacto y el olfato. Cuando porteamos se sienten más tranquilos porque reconocen el olor de sus padres y pueden tocarles. Al igual que se recomienda el piel con piel nada más nacer, el porteo es continuar fortaleciendo ese vínculo iniciado en el momento del nacimiento. En el post Los sentidos del bebé: Desarrollo y estimulación multisensorial tienes más información sobre como se desarrollan los sentidos.

A largo plazo también se verán beneficios en el porteo. El apego que se desarrolla durante el porteo se verá repercutido en la relación que los padres irán forjando después con sus hijos. Un bebé que ha crecido con la confianza de que sus padres están a su lado cuando los necesita será un niño que desarrollará una mejor autoestima y mayor confianza en si mismo. El porteo es el inicio de una relación que debemos seguir sembrando. A medida que nuestros hijos crecen debemos seguir cultivando una relación de confianza mutua.

¿Por qué se recomienda el porteo?

Con el porteo los bebés lloran menos porque están más tranquilos, regulan mejor su temperatura corporal y además sufren menos cólicos del lactante. Todos estos beneficios repercuten directamente en los padres, si tu hijo está tranquilo, duerme mejor y llora menos la tranquilidad de los progenitores es mayor. Por otro lado, el porteo también puede ayudar a las madres a llevar mejor el periodo del postparto, ya que el vínculo y el contacto con el bebé también beneficia la lactancia. Un bebé tranquilo y con sus necesidades cubiertas hace que la autoestima de la madre también sea mejor. Además el porteo te permite una mayor movilidad y una mayor autonomía a la hora de poder realizar las cosas, ya que tienes las manos libres.

Con el porteo la crianza será mucho más sosegada, tranquila y confianza. Al tener a tu hijo pegado a ti eres capaz de reconocer mucho mejor las necesidades del bebé y puedes cubrirlas antes de que el pequeño tenga que «exigirlas». Esto hace que tengas mayor confianza en ti mismo y tu hijo estará mucho más tranquilo porque se sentirá protegido y seguro.

Como portear de forma segura

Es fundamental que nos informemos antes de portear para hacerlo de una forma segura en la que no dañemos ni al bebé ni a nosotras mismas. Cualquier mochila, pañuelo o fular debe estar homologado y debe ser ergonómico. Ante cualquier duda debemos dirigirnos a un asesor de porteo para que las resuelva y nos asesore correctamente. Algunas claves que debemos tener en cuenta para un porteo seguro son:

  • El bebé siempre debe estar mirando hacia la persona que portea. Cuando colocamos al bebé mirando hacia la calle no se consigue una posición ergonómica y la espalda del bebé deja de tener la curvatura aconsejada.
  • Las vías respiratorias deben estar despejadas. Debemos asegurarnos que la barbilla y el pecho del bebé cuenten con una separación de unos dos dedos para que no haya riesgo de que se compriman las vías respiratorias.
  • La altura a la que debe estar colocado es aquella que nos permita darle un beso en la cabeza pero que nuestra barbilla no la toque. Y además tenemos que poder verle la carita, no sólo la cabeza.
  • No forzar la apertura de las caderas. Las rodillas siempre estarán más altas que el culete del bebé para que no se fuerce una apertura de la cadera que puede dañar al niño. La sujeción que utilicemos debe respetar el ritmo del niño y adaptarse a la evolución de la apertura de la cadera. El peso del bebé siempre debe caer sobre su culete, nunca sobre su cuerpo.

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