Carta para ti, que acabas de ser mamá

Ahora viene un momento complicado, duro, acabas de dar a luz, has vivido uno de los momentos más increíbles e importantes de tu vida, alumbrar a tu hijo y ahora comienza un duro camino y no siempre será un camino de rosas.

Te encuentras en uno de los momentos más vulnerables de toda tu vida, dudas mucho, tienes miedo, sientes tristeza, no sabes si serás capaz de hacerlo bien ni de cubrir todas las necesidades que tiene tu hijo, parece que todo el mundo lo hace mejor que tú y que todas saben que hay que hacer en cada momento, pero nunca pierdas de vistas que quien pariste fuiste tu, que quien dio la vida a ese diminuto e indefenso ser fuiste tú, sacando la leona que llevas dentro, gritando y pujando como si la vida te fuera en ello.

Fue tu cuerpo quien lo creo, fuiste su refugio durante 9 meses y con rabia y decisiones le sacaste de tus entrañas, así que ¿quien mejor para saber lo que necesita que tú? Escúchate, déjate sentir y escucha a tu entorno solo en aquello que te haga bien, porque no existe una madre mejor para tu hijo que TÚ, porque eres su madre y solo con sentiros os calmáis y solo con miraros os conectáis como nadie lo hará en la vida.

Todos tratan de ayudar pero tú solo sientes ganas de llorar y además te sientes culpable por ello, estás cansada y estás sobrepasada con todo lo que estás viviendo. Recuérdate en el paritorio, en ese momento cuando creíais que no podrías aguantar más pero lo hiciste, en el momento en el que pensaste que no podrías seguir pujando pero lo hiciste, y en ese momento en el que escuchaste el llanto de tu hijo por primera vez, le viste la cara y fuiste consciente de que sí habías sido capaz.

Acabas de hacer el mayor regalo que se podría hacer a todo tu entorno, gracias a ti existe un padre, abuelos, tíos, primos… y tú te has convertido en madre. Poco a poco os iréis conociendo, irás entendiendo sus llantos y entenderás que no existe mejor refugio que el regazo de mamá. Mirarás a tu bebe y sentirás un nudo en la garganta difícil de controlar porque se apoderará de ti un miedo como nunca lo has experimentado, pero poco a poco irás gestionando ese sentimiento que ya te acompañará el resto de tu vida.

Las primeras semanas después de dar a luz no son fáciles, todos esperan de ti, todo parece fácil aunque a ti se te hace un mundo, cada vez que tu pequeño llora se te parte el alma, pero nunca, nunca, nunca dudes de ti y de tus decisiones, nadie en el mundo querrá a ese pequeño ser como tú le quieres y cualquiera que sea tus decisiones siempre serán pensando únicamente en él.

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