El autocuidado es uno de los pilares fundamentales en la disciplina positiva, es algo que sorprende mucho porque cuando hablas de maternidad lo último que te viene a la cabeza es cuidarte a ti misma… El trabajo, la casa, los niños… ¿en serio crees que tengo tiempo para mí?, eso es lo primero que te viene a la cabeza cuando te hablan de autocuidado, pero yo te hago otra pregunta, ¿cuántas veces te has sentido frustrada y has sentido nostalgia de leer un libro, de dar un paseo o de poder pasar cinco minutos sin que nadie te interrumpa?, ¿cuántas veces has hablado mal o has gritado a tus hijos como consecuencia de esa frustración? Es muy complicado cuidar de alguien si tenemos demasiada carga y no somos capaces de sacar un minuto para nosotros mismos.
Si ya es complicado en nuestro día a día sacar tiempo para nosotros mismos, en la situación que tenemos actualmente es un poco más complicado, ya que la dependencia de los niños es más elevada y nuestras limitaciones, al estar encerrados en casa, también son mayores, pero justamente en este confinamiento es esencial que todos consigamos tener nuestros momentos. Es importante que tengamos en cuenta nuestras necesidades, es una gran forma de que nos sintamos mejor y que nuestra frustración se reduzca.
La mayoría de las veces nos cuesta dedicarnos tiempo a nosotros por la culpabilidad que nos supone. Tenemos muchas cargas que hacen que nuestras necesidades siempre queden en el último puesto, y si además, para poder realizarlas tenemos que “quitarle” tiempo a nuestros hijos la culpa que nos supone es mucho mayor, pero ¿y si lo vemos desde otro prisma? Siempre se habla de tiempo de “calidad”, pero ¿qué significa esto? Para mí es que todos disfrutemos de ese momento y lo importante de esta frase es el TODOS. Si queremos disfrutar del tiempo que pasamos con nuestros hijos es fundamental que nos sintamos bien y que tengamos ganas de estar con ellos, si continuamente estamos deseando sacar tiempo para ir al gimnasio, para cocinar o para terminar ese libro que empezamos hace meses será difícil que disfrutemos o que podamos solucionar los conflictos con calma y sin terminar en casi una “guerra”.
La culpa que sentimos no es mayor que la frustración que nos supone no tener “ni un minuto” y es muy fácil que acabemos culpando a nuestro entorno más cercano de todas esas necesidades que tenemos, que pensemos que no son justos, que con todo lo que damos como pueden no darse cuenta… y nos metemos en una espiral que deriva en un ambiente crispado en donde no tienes paciencia para nada y la mayoría de la veces la base radica en que no te estás cuidando.
¿Te das cuenta de lo importante que es dedicarte un poco de tiempo? No solo por ti misma sino también por tus hijos y por todo tu entorno, disfrutarás mucho más el tiempo que estés con ellos porque dejarás de anhelar todas esas cosas que no estás haciendo. No es necesario que dediquemos horas, a veces con 10 ó 15 minutos al día empezarás a notar cambios muy grandes tanto en ti como en tus hijos. No lo haces por tí, lo haces por ellos 😉
Una parte fundamental es que expliques a tus hijos lo que vas a hacer y el tiempo que necesitas, aunque te parezca mentira y siempre se diga que los niños son “egoístas” te sorprenderá descubrir lo generosos y comprensivos que pueden llegar a ser los pequeños cuando les haces partícipes de las cosas. Además, piensa la gran enseñanza que les estás dando: Verbalizar y compartir aquello que necesitamos… Me parece que es un gran aprendizaje que normalicen el cuidar de uno mismo y el expresar con naturalidad aquello que queremos y necesitamos, quizá sean buenas herramientas para el día de mañana, ¿no te parece?
Algunos ejemplos que podemos hacer en casa, que no ocupan mucho tiempo y que a mi me hacen sentirme mejor son:
- Cocinar: Me relaja y francamente no es necesario que siempre lo hagamos con los niños… Alguna tarde me meto en la cocina, con la puerta cerrada y preparo algún bizcocho para la merienda… ¡Así luego compartimos todos mi creación! De primeras quizá les resulte raro no ayudarte si están acostumbrados a hacerlo, pero puedes decirles que ellos van a ser el jurado y que cuando termines y lo prueben tendrán que ponerte nota, de estas manera los están involucrando en la actividad pero podrás hacerlo sola que es lo que necesitamos en ese momento 😉
- Ponte los cascos y escucha tu canción favorita: No te va a llevar más de cinco minutos y te dará fuerza y ánimo. Cuando te sientas saturada o incluso cuando estés en un conflicto que sientas que se te va a ir de las manos, aléjate y ponte tu canción, te ayudará a volver a conectar contigo mismo, a relajarte y quizá a ver el problema desde otra perspectiva. Muchas veces las mejor opción para solucionar algo es coger perspectiva, cuando estamos en plena discusión no solemos tomar buenas decisiones.
- Continúa algún proyecto que tuvieras a medias: Ahora que tenemos que pasar tanto tiempo en casa seguramente es el mejor momento para retomar ese proyecto que siempre estamos postergando porque no tenemos tiempo. Planifica cuanto tiempo necesitarías y organiza en que momentos del día podrías dedicárselo.
- Date una ducha, si pudiera ser un baño mejor, sin interrupciones: A mi me relaja y es un momento en donde aprovecho para reflexionar, me ayuda a ver las cosas desde prismas diferentes y me libera la mente de todas las presiones que diariamente vamos cargando.
- Agradece: Antes de irte a dormir dedica cinco minutos a pensar lo que ha pasado durante el día y agradece por aquellas cosas buenas que te han pasado. Todos los días nos ocurren cosas que nos hacen sentir bien, aunque te parezcan insignificante agradecer por ellas, aunque solo sea que han estrenado un nuevo capítulo de tu serie favorita ;). De esta manera atraerás a tu mente las cosas positivas y cuando lleves un tiempo haciéndolo primero te darás cuenta de la cantidad de cosas buenas que nos ocurren al día y segundo acostumbrarás a tu mente a ser positiva y a fijarse en las cosas buenas.
- Medita: Es un método de relajación que funciona y que ayuda a liberar la mente… Te dejo un video con un clase de Mindfulness express para la calma mental que dura solo cinco minutos y medio (es de Meditacion3).
Una forma de empezar a organizarte para sacar tiempo para ti misma puede ser escribir una lista con las cosas que te gustaría hacer incluyendo el tiempo diario que te llevaría cada una de ellas y compártelo con tu familia. Explica qué necesitas de ellos y entre todos tratar de buscar soluciones para que tu puedas sacar ese tiempo. Cada miembro de la familia puede realizar su lista y organizaros para que cada día todos tengáis vuestro momento, si lo niños son demasiado pequeños puedes hacerlo con tu pareja para que ambos podáis disfrutar de ese tiempo. Créeme que solo con este pequeño cambio el ambiente familiar mejorará muchísimo, cuando la disciplina positiva llegó a mi vida me di cuenta de que el primer cambio lo tenía que hacer en mi misma, si no era imposible que todo fluyera…
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Tardé 3 años de maternidad en entender esto y me costó empezar a ejecutarlo. Dejar de lado mi culpabilidad y contar con la complicidad de mi compañero, fue clave. En los ultimos meses había cogido una rutina maravillosa… dos horas a la semana. Mias, para mí, sin excusas. Dos horas que me daban ese respiro para continuar. Lo llamábamos «rato de evasión». Y mi marido también tenía el suyo. En esta situación eso ha desaparecido. No encuentro el momento ni el espacio, necesitándolo más que nunca, porque un componente fundamental era tomar distancia física. Ahora entre 4 paredes ese espacio no existe. Maternar 24/7 está poniendo a prueba toda mi paciencia, aguante y creatividad. Cuando todo esto acabe me cogeré 2 días en lugar de 2 horas. Y creo q lo último que se me ocurriría hacer sería… cocinar!
La situación actual está poniendo a prueba todo y a todos… y si, seguramente cuando esto termine yo también pasaré bastante tiempo sin cocinar, pero por ahora la cocina y el salón son las habitaciones más separadas! ????