Este modelo educativo se inicia en los años 20, con Alfred Adler y Rudolf Dreikurs, austriacos ambos, que son considerados los padres de la Disciplina Positiva y en los años 80 comienza un gran desarollo de esta teoría gracias a Jane Nelsen y Lynn Lott que escriben el primer manual. En él se recogen las bases de este modelo de crianza en el que la firmeza de los padres se desarrolla desde la amabilidad, el cariño, la comprensión y el respeto mutuo que se deben tener los hijos y los progenitores.
La educación autoritaria deja de considerarse la mejor opción, Dreikurs comienza a hablar de educación democrática, en donde todas las personas implicadas en la educación de los niños comienzan a trabajar conjuntamente, algo que sin duda beneficia tanto a los pequeños como a los adultos. No puede negarse que, como en cualquier proyecto, si todas las partes reman en la misma dirección es mucho más fácil que obtengamos buenos resultados…
Para mí, cualquier acercamiento a la Disciplina Positiva pasa por entender y comprender el funcionamiento del cerebro de un niño. Cuando interiorizas que el cerebro inmaduro de un niño es el que le limita la resolución de conflictos, la toma de decisión o su comportamiento es absolutamente revelador y comienzas a ver las actuaciones de tus hijos desde otro prisma. En este sentido son muy recomendables libros como El cerebro del niño de Daniel J. Siegel y Tina Payne Bryson o El cerebro del niño explicado a los padres de Alvaro Bilbao.
Una vez que te adentras y entiendes las bases de la Disciplina Positiva se convierte en una forma de vida más que en un modelo educativo, principalmente porque algo cambia en ti y en como te relacionas con todo tu entorno… Cuando experimentas lo enriquecedor que es comprender y situar determinados comportamientos dentro de unas circunstancias y un entorno todo se vuelve bastante más sencillo, y si a esto le sumamos el valor añadido de ser capaces de entender porque nuestros hijos se comportan de una manera en determinados momentos, el camino de la maternidad se vuelve bastante más relajado.
Los principios en los que se basa la Disciplina Positiva son:
- Habilidades sociales y de vida.
- Sentimiento de comunidad: Pertenencia e importancia.
- Respeto mutuo.
- Amable y firme a la vez.
- Es eficaz a largo plazo.
Los pilares en los que se sustenta la Disciplina Positiva son:
- Autocuidado. Puedes leer más en el post La importancia del autocuidado
- Lógica privada. En el post Qué es la lógica privada y cómo puede influir en la educación podéis encontrar muchas más información.
- Etapa evolutiva.
- Funcionamiento cerebral. Si quieres saber más sobre este tema lo encontrarás en el post ¿Cómo funciona el cerebro de los niños? Una gran “arma en la educación de nuestros hijos
Y por último, las herramientas con las que cuenta la Disciplina Positiva son:
- Tiempo especial.
- Comprobar las percepciones.
- Tomar tiempo para entrenar.
- Abrazos.
- Acuerdos.
- Escucha activa.
- Opciones limitadas.
- Aliento.
- Preguntas de curiosidad.
- Tiempo fuera positivo.
- Rutinas.
Hay un punto fundamental en este sentido, y es que no es posible que estas herramientas sean efectivas si no cuidas y trabajas tanto los principios como los pilares. La Disciplina Positiva es una casa donde las herramientas están arriba del todo, los principios son los cimientos y los pilares son quienes sostienen el peso… Supongo que ahora entiendes la importancia de no pensar únicamente en las herramientas como un «salvavidas», son parte de todo un proceso que debe entenderse en su conjunto.
A pesar de lo incipiente que es la Disciplina Positiva en España (las primeras certificaciones se dieron en septiembre de 2013) la acogida que ha tenido ha sido bastante grande y ya contamos con grandes referentes, he querido recoger el testimonio de algunos de ellos como broche para entender qué es y qué significa. Si quieres saber cómo descubrí la Disciplina Positiva puedes leer el post La disciplina positiva llegó a mi vida
Agradezco enormemente a Marisa Moya (@marisamoya), Elisa Molina (@educarencalma), Mayte Velasco (@maytevelascodp), Milena González (@unamamapsicologa_) y Eva Candela (@educarnosparavivir) por el tiempo que han dedicado a darnos su visión y su experiencia:
- Marisa Moya (Educadora y entrenadora de Disciplina Positiva) www.escuelainfantilgranvia.com
¿Qué es para ti la Disciplina Positiva?
Es una filosofía de vida que promueve el respeto mutuo en las interacciones humanas. Esta definición que puede parecer que es puro sentido común, que es obvia, no se traduce en realidades en hogares y escuelas. La infancia, muchas veces, es sujeto pasivo del impacto de las praxis inadecuadas por parte de progenitores y docentes. No se trata de sentirse culpables, sí es ineludible hacerse consciente de que sin un acompañamiento respetuoso niños y niñas pueden tener serias dificultades para desarrollar habilidades socio emocionales. Se trata de responsabilizarse y aprender habilidades más compasivas, más humanizadas, más éticas, para educar. Es imperativo aprender a ver a la infancia desde la fortaleza y no desde el déficit porque esta perspectiva nos acerca a los niños y posibilita que no encuentren en nosotros esa mirada de lo que les falta, incluso las barreras y obstáculos para poder hacer lo que deben, construirse desde la confianza y la fe en sus posibilidades.
Aprender a verlos desde sus fortalezas nos permite pasar de adulto exigente, apremiado y que apremia e incluso desconsiderado, a adulto disponible y alentador.
¿Qué cambios supuso para ti conocer la Disciplina Positiva?
La Disciplina Positiva ha supuesto en mi vida «una parada inspiradora». Llegó a mi cuando «mi terreno» ya estaba muy trabajado, poroso y permeable a la educación democrática. Sentí alivio al conocer sus propuestas porque suponen un marco de seguridad y confianza para las personas que hemos decidido que no todo vale en educación y que es imprescindible intentar cambiar la actitud para mejorar las intervenciones. No es un proceso sencillo, sin embargo es cautivador. Un mundo respetuoso posible, porque es en el hogar y en la escuela en donde se alientan o se desperdician maneras de actuar, se promueven o se dificultan maneras de aprender, se reconocen o se niegan maneras de ser. La Disciplina Positiva es para mi un desafío, una invitación a revisar luces y sombras en educación. En definitiva y citando a Alfred Adler: «¡Todo puede ser también diferente!»
- Elisa Molina (Maestra de educación infantil, educadora certificada en Disciplina Positiva y madre de familia numerosa) www.educarencalma.com
¿Qué es para ti la Disciplina Positiva?
Es una metodología educativa que se funda, principalmente, en que todas las personas, incluyendo especialmente a los niños -algo que fue diferente escuchar en los años veinte del pasado siglo-, necesitan sentirse tenidos en cuenta, que pertenecen al grupo en el que están inmersos y merecen, solo por el hecho de ser personas, un trato basado en la dignidad y el respeto.
Esto ha dado pie a un movimiento que supera la parte educativa y yo siempre digo que es una filosofía de vida porque implica una forma de relacionarte con los demás basada en el respeto mutuo, la libertad, la responsabilidad, la coherencia, la honestidad, el aliento, la cooperación…
Sé que hay palabras bonitas que nos atraen y sé que cuando hablamos de educar a nuestros hijos sin premios ni castigos sin chantajes, amenazas o gritos, somos muchos los que queremos hacerlo y nos faltan herramientas. Comprendiendo más al ser humano, su desarrollo, los comportamientos y cómo poder actuar siendo más humanos y humanizando la crianza y educación de los niños, vemos que se logra establecer la conexión que es necesaria para todos, especialmente para los más pequeños y, de esta forma, poder buscar soluciones que nos permitan convivir y que los niños vayan adquiriendo, poco a poco, habilidades que les permitirán vivir en un mundo que es cada vez más incierto y que requerirá, sin duda, la humanidad en cada uno de nosotros.
¿Qué cambios supuso para ti conocer la Disciplina Positiva?
Un cambio en mi muy profundo porque, a pesar de tener conocimientos sobre la infancia y haber hecho dinámicas muy potentes durante la carrera, pude poner en orden muchos conceptos, interiorizarlos, aceptar mi parte humana, comprender el cerebro de una forma sencilla y práctica, darme cuenta de que “eso” que mi cuerpo me estaba pidiendo -dedicarme tiempo a mí misma, más allá de ser mamá, cuidarme- era necesario para estar bien y poder cuidar y educar mejor.
Además, después de trabajarme muchas cosas, pude comprobar que cuando hay conexión, todo fluye mejor, que cuando nos sentimos bien con el grupo en el que estamos, somos más generosos, nos entregamos más, buscamos el bienestar de todos y nos ayudamos más y mejor.
Empecé por los niños, por educar mejor y continué por mí. Lo llevé a la relación de pareja, a la relación con mi familia, con mis vecinos, con el mundo en general… y sigo trabajando cada día porque tenemos oportunidades para ejercitar esas habilidades que hoy son necesarias.
Para mí, la Disciplina Positiva me parece un regalo para todos y una ayuda para la vida. Cuando empecé con Educar en Calma, buscaba cambiar la educación en el mundo. Poco a poco, me di cuenta de que la Paz del mundo empieza en uno mismo, sin duda. Así que el cambio empieza en ti mismo. Tienes un poder enorme y empoderarnos y ser nuestra mejor versión nos permitirá estar más tranquilos y felices.
¿Qué es para ti la Disciplina Positiva?
Para mí es una filosofía de vida, es aplicable a todas las relaciones y sobretodo a uno mismo. Es tomar consciencia, de hecho en todos los talleres digo que para mí Disciplina Positiva es educar con consciencia, consciencia de que es necesario desterrar ya métodos punitivos y recompensas en educación, conciencia de que es lo que sienta bien a los niños, de cual es la naturaleza infantil, de como es el proceso de toma de decisiones en la infancia, de como funciona su cerebro y el nuestro. Disciplina Positiva supone un cambio en la visión adulta, los niños necesitan adultos que los acompañen en sus procesos emocionales con mucha presencia y afecto. Es el cambio que necesita la educación en familias y escuelas, educar a nuestros hijos para el largo plazo y no anclarnos en métodos cortoplacistas.
¿Qué cambios supuso para ti conocer la Disciplina Positiva?
Supuso un cambio muy profundo, llegó a mí con la maternidad buscando respuestas a ciertas reacciones mías muy arraigadas que no quería repetir y sin embargo brotaban aunque no llegara a llevarlas acabo, leí mucho y me informé antes de ir a mi primera certificación y allí me encontré con el gran FOCO que dice mi mentora Marisa Moya, supuso un gran ejercicio de introspección, autoconocimiento, compasión hacia mi misma y una red grande de aliento. Porque es importante saber que no estamos solos en esto, somos cada vez más los padres y educadores que deciden ser conscientes a la hora de educar. Dreikurs decía: “ Podemos cambiar nuestra vida y la actitud de las personas que nos rodean simplemente cambiándonos a nosotros mismos”. Este es el primer cambio que yo noté y partir de ahí con los conocimientos adquiridos he podido entender a mis hijos y crear un clima de respeto mutuo en casa. Nada en educación es una píldora milagrosa que tomar y ya está , tenemos que tener el «valor de ser imperfectos» y saber que lo que hacemos ayuda a nuestro hijos no solamente en el día a día si no también a desarrollar habilidades personales para su futuro.
- Milena González (Psicóloga y madres de tres hijos) www.milenagonzalez.com
¿Qué es para ti la Disciplina Positiva?
Es una filosofía de vida que nos invita a interactuar de forma respetuosa tanto con los adultos como con las niñas y niños que nos rodean. Nos ayuda a asumir la crianza con firmeza y cariño. Cariño con el fin de respetar las necesidades de los niños y firmeza con el fin de respetar nuestras necesidades y las de las situaciones.
¿Qué cambios supuso para ti conocer la Disciplina Positiva?
Supuso un cambio en mi vida profesional (soy psicóloga) pero sobretodo en mi rol como madre de tres. Ha sido uno de los descubrimientos más significativos que he podido tener porque nadie nos enseñó a ser madres ni padres. Sin embargo ahora que educo a mis tres hijos desde este enfoque he sido consciente que no solo estoy educando para el momento sino que estoy educando para la vida y en la medida que los educo a ellos me reeduco yo también.
- Eva Candela (Formadora) @educarnosparavivir
¿Qué es para ti la Disciplina Positiva?
Es un camino iniciático que me ha llevado al autocuestionamiento y crecimiento personal y que ha llenado mi corazon de amabilidad, que no indulgencia, sino de benevolencia hacia la infancia.
¿Qué cambios supuso para ti conover la Disciplina Positiva?
Probablemente cuando llegué a ella en 2014 buscaba una fórmula, una respuesta a algo intangible que me tenía intrigada, «la manera respetuosa», como algo a conseguir, como una meta. Siempre digo que muchas veces llegamos buscando algo y nos encontramos otra bien distinta…
Ese camino, en mi caso particular, estaba lleno de curiosidad y fascinación por las nuevas formas de educar, la miradas pedagógicas que consideran al niño como un ser completo y lleno de dignidad , no en evolución.
Como si de una novela se tratase , en esta «introducción» había mucha mente de principiante, poder mirar al niño con una nueva mirada de cuestionamiento sobre el mundo que me rodeaba. Un fase de amor idealizado donde empecé a aprender a convivir con mis niños con más respeto hacia el niño.
Con el «nudo» de esta novela que sería mi historia con la Disciplina Positiva, comprendí que es la adulta, la única que puedo cambiar para cambiar mi relación con el niño. ¡¡Gran tarea!! Reconocer, aceptar que era mi trabajo personal y mi autocuestionamiento el camino que me mostraba el conjunto de dinámicas que compartía en mis talleres. A veces, cuando te niegas a ti misma, no puedes avanzar. Lo veía desde mi experiencia con niños como madre e instructora de mindfulness en la educación, y lo veía también en las familias que compartían conmigo su camino a través de grupos, cursos, asesorías…
Esta etapa es a veces difícil pues las cosas pueden empezar a ir peor, pues estamos cambiando y tenemos inseguridad. Gracias a esta oscuridad es que pude empezar a ver luces.
Esta historia no termina, sino que empieza, porque una vez que has encendido una luz en tu conciencia ya no puedes mirar a otro lado, y entonces puedo concluir que Disciplina Positiva es para mí una importante luz de conciencia en mi relación con mis hijos, con el mundo y conmigo misma. Una luz que iluminó la absoluta necesidad que tengo de cultivar la compasión, como un deseo de querer formar parte de la solución y no del problema. ¡¡Disciplina Positiva es un camino y no una meta!!
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