Certificado Disciplina Positiva para Familias, un cambio en el alma

Hace años que la disciplina positiva llegó a mi vida pero sin duda este fin de semana ha entrado de lleno en mi alma… He tenido la gran oportunidad de obtener el certificado en disciplina positiva para familias con Marisa Moya. No he querido esperar a escribir estas palabras porque necesitaba que salieran del alma, que fluyeran y que realmente fuera mi corazón el que hablara.

Ha sido un fin de semana intenso, en donde he sentido, he vivido pero sobretodo he compartido… He sentido lo importante que es hacer equipo; he vivido lo fundamental que es vivir la crianza poniéndote en los zapatos de nuestros hijos; y he compartido lo difícil y complicada que es la maternidad. Pero si algo he sacado en claro es que dentro de nuestra imperfección somos las mejores madres para nuestros hijos y que está en nuestra mano que cambiemos el foco para que devolvamos a nuestros hijos y a toda la infancia el respeto que se merecen. 

He podido escarbar un poquito más en mi, llegar al fondo para que desde allí nazca y salga un amor incondicional hacia un cambio. No hay duda de que todos queremos lo mejor para nuestros hijos, son lo que más amamos en la vida y en nombre de ese amor incondicional, a veces, los dañamos… Como dice Marisa: «Más vale una rodilla dañada en un momento que la autoestima toda la vida». Así que no nos quedemos anclados y convirtámonos en los mejores entrenadores de nuestros hijos para la vida. Si, como lo lees, tenemos que dejar que nuestros hijos aprendan y ejerciten habilidades para la vida. No hay mejor forma de hacerlo que dándoles su espacio y dejándoles hacer, aunque sabiendo que necesitan referentes y esos somos nosotros, los adultos, sus entrenadores.

Comencé el certificado de disciplina positiva para familias con una meta y lo he terminado con mi cabeza y sobre todo mi alma totalmente revolucionadas. Siento una enorme responsabilidad por la gran semilla que han depositado en mi. Creo que es necesario madurarla y que se asiente bien porque es algo que me va a acompañar el resto de mi vida.

Si algo me ha sorprendido y me ha encantado es poder compartir con tanta gente que se dedican a la enseñanza, que no tienen hijos pero que creen en la disciplina positiva como un modo de vida. Me encanta ver tanta gente comprometida con nuestros hijos. Me tranquiliza saber que las personas en las que depositamos una gran parcela de nuestros grandes tesoros tienen tantas ganas de hacer las cosas de otro modo. Gracias por comprometeros tanto, por creer en nuestros pequeños que, aunque en ocasiones se nos olvide, son el futuro. 

Gracias, gracias y gracias a todas y cada una de las personas que me han hecho crecer, vibrar y exprimir una de las mejores vivencias de mi vida. Siento que somos una auténtica tribu y que juntos el mundo puede ser un lugar mejor. Todavía tengo «resaca» tanto física como emocional de todo lo vivido, sin embargo la conexión que hemos realizado estoy segura de que no desaparecerá nunca.

Y de ti que decir @Marisamoya… Eres capaz de ver el fondo del alma de las personas, tienes un don para reparar y curar con tan sólo una mirada. Transmites tanto que es imposible no abrirse contigo. Francamente creo que no tendré vida suficiente para agradecerte todo lo que me has dado este fin de semana, sólo espero poder estar a la altura y poder ayudar a continuar con este gran cambio y que consigamos que se dignifique la infancia como se merece.

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