Los sentidos del bebé: Desarrollo y estimulación multisensorial

Conocer el desarrollo de los sentidos del bebé nos puede resolver numerosas dudas, como por ejemplo el ponerles manoplas o no a los recién nacidos. Los sentidos se comienzan a desarrollar durante la gestación, en el embarazo se puede comenzar a fomentar determinados gustos y también iniciar la estimulación multisensorial de nuestro hijo.

En el útero nuestro bebé es sensible a la luz, es capaz de diferenciar sonidos, siente la estimulación táctil y distingue diferentes sabores. Si queremos comenzar una estimulación multisensorial durante la gestación podríamos realizarla escuchando música mientras comemos o cantando a nuestro bebé mientras acariciados la tripa. Los bebés empiezan a desarrollar sus capacidades sensoriales y emocionales mientras están en el útero, por lo que según se van desarrollando los sentidos del bebé podemos conectar con él.

Vamos a ver cuándo y cómo se desarrollan cada uno de los sentidos del bebé:

1. Olfato

Desde la semana 12 de gestación la nariz del bebé está preparada para percibir olores. Es el sentido más desarrollado, de hecho gracias a él los recién nacidos encuentran el pecho de la madre al nacer. El olfato está muy relacionado con el aspecto emocional, un bebé reconoce perfectamente el olor de sus padres e incluso el de la leche materna.

Se comienza a utilizar en el vientre materno y está muy unido al sentido del gusto. Un recién nacido es especialmente sensible a los olores por eso se recomienda no utilizar ni perfumes ni colonias ya que pueden aturdir a los pequeños. El olfato de los bebés se puede utilizar para calmarles, un pañuelo que lleve el olor de la madre puede hacer que se tranquilice.

2. Gusto

En el tercer mes de gestación el sistema gustativo está activo y en el cuarto mes el bebé es capaz de diferenciar sabores. Desde el útero los niños se inclinan más por los sabores dulces que por los amargos, de hecho cuando detectan este sabor dejan de ingerir líquido amniótico. Durante la gestación todo pasa al bebé y es a través del líquido amniótico por donde nuestro hijo comienza a probar todos los sabores.

Desde que nacen los niños son capaces de diferenciar los cinco sabores primarios: amargo, salado, agrio, dulce y umami (proviene del japonés y significa «sabroso»). Durante los primeros seis meses su único alimento será la leche, ya sea materna o de fórmula, y se caracteriza por su sabor dulce. Cuando comencemos con la alimentación complementaria deberemos tener paciencia y ofrecerle una dieta variada para que vaya haciéndose a los nuevos sabores.

3. Oído

Está muy bien desarrollado desde antes de nacer, en la semana 16 nuestro hijo puede percibir sonidos. A partir del sexto mes de embarazo el bebé será mucho más sensible a los sonidos externos y podrá reaccionar ante un ruido fuerte. Dentro del útero puede reconocer diferentes voces que posteriormente cuando nazca también reconocerá y le ayudarán para realizar las primeras conexiones con sus padres.

El sentido del oído es muy sensible desde el último trimestre de embarazo y nota la diferencia entre la intensidad de los diferentes ruidos. Los recién nacidos diferencian el tono con el que se les habla, por eso es importante cómo nos dirigimos a nuestros hijos desde que nacen. Además al escuchar el tono de voz pueden conocer el estado anímico de quien les habla y podemos transmitirle cómo estamos únicamente a través de nuestra voz.

4. Tacto

Es el primer sentido en desarrollarse, en torno a las siete semanas aparece la primera señal de sensibilidad en torno a la boca. Durante los dos primeros meses de vida los bebés lo reconocen todo con la boca, ya que los mofletes, la lengua y los labios tienen gran sensibilidad. En torno a la mitad del embarazo toda la piel y las mucosas reaccionan a la estimulación táctil. Numerosas estudios han demostrado que los bebés sienten y reaccionan cuando se toca la tripa de una embarazada.

El sentido del tacto crea un vínculo entre la madre y el hijo, el primer contacto piel con piel es muy importante ya que el estímulo es muy fuerte. Durante la primera semana el tacto será su sentido principal, por eso no se recomienda el uso de manoplas (estás privando al bebé de poder conocer lo que le rodea). La piel de un recién nacido es muy sensible, es una de las razones por las que necesitan tener contacto físico y se calman con él. Los pies de los bebés también son muy sensible y son un gran receptor de estímulos, por esto es importante que no se les ponga zapatos (les estamos anulan uno de sus principales sentidos), en el post ¿es bueno que los niños anden descalzos? puedes encontrar toda la información.

5. Vista

Es el último sentido en desarrollarse, durante la gestación únicamente es sensible a la luz y esto ocurre ya en el octavo mes de embarazo. Los recién nacidos no tienen desarrollada la vista, únicamente son capaces de seguir el movimiento de una luz y ven a una distancia de sólo 30/35 cm. Si un bebé tuviera desarrollado el sentido de la vista nada más nacer la cantidad de estímulos que recibiría sería abrumador. Gracias a que tienen limitada la vista desarrollan mucho más el resto de los sentidos, lo adultos somos muy visuales y a veces «olvidamos» los otros sentidos.

Al nacer la visión es borrosa y sólo ven en blanco y negro (a partir del primer mes comienzan a percibir colores). Únicamente perciben cambios de luz y no será hasta los 5 o los 6 meses cuando comenzarán a ver de una manera nítida. La vista se desarrolla de forma gradual y es el cerebro el que no procesa correctamente las imágenes, esta es la razón por la que ven borroso. Será al cumplir el primer mes de vida cuando el bebé aprenderá a enfocar los dos ojos.

CONCLUSIÓN

Sabiendo como se desarrollan los sentidos del bebé podremos ser más conscientes de que podemos hacer para fomentarlo. Con la estimulación multisensorial ayudamos a nuestros hijos en el desarrollo social, emocional, cognitivo y físico. No debemos agobiarnos con el tema porque la sobreestimulación puede «estresar» a los bebés, pero por ejemplo desarrollar el contacto visual y el auditivo conjuntamente con la estimulación táctil hace que creemos un gran vínculo con nuestro hijo. Hay determinados momentos en los que esta estimulación nos sale sola, como el primer momento en el que estás haciendo piel con piel con tu hijo y os miráis a los ojos mientras le hablas o le cantas… ¡No dejes de hacerlo, los sentidos de tu bebé te lo agradecerán!

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