Pues ya están aquí, nuestros hijos están oficialmente de vacaciones, y los niños han sido los grandes olvidados, la gran asignatura pendiente. La despedida del curso no debía haber sido así, tenía que haber sido de otra manera… Desde que comenzó el mes de junio estoy más sensible y también enfadada, seguramente sea porque mi hija mayor termina ciclo. Tenía que haberse “graduado”, despedirse de su etapa de infantil y francamente no tenía que haber sido sin poder despedirse de sus amigos, de sus profes, de lo que ha sido su día y a día y su entorno durante tres años… Pero bueno, la vida también es eso, adaptarnos a la realidad que nos toca vivir y eso es lo que nos toca enseñarles con esta situación.
Las cosas no son siempre como nos gustaría y aunque nos duela o no nos guste en ocasiones tenemos que aceptar las cosas tal y como vienen. La primera que he tenido que aprender la lección he sido yo, reconozco que quien más “necesitaba” esa graduación era yo… Siento que el paso a primaria es su primer gran paso a nivel educativo, no se como han pasado tan rápido estos seis años. Parece que fue ayer cuando comenzábamos esta etapa llenos de ilusión y miedo al mismo tiempo. Tengo la sensación que de cara a septiembre y a comenzar este nuevo ciclo me puede más lo segundo…
La llegada de este día también lleva asociadas muchas dudas y preguntas porque los niños continúan siendo los grandes olvidados de esta “nueva realidad”. Hace ya semanas que la actividad se va recuperando poco a poco pero de las actividades de los más pequeños poco o nada se sabe. Podemos ir a tomar una cerveza pero mis hijos no pueden besar a su abuela. Quedamos con amigos pero los niños no pueden jugar con los suyos. Podemos irnos a las segundas residencias pero los niños no pueden ir a los parques…
Se supone que el próximo lunes habrá finalizado el estado de alarma, pero poco se sabe de los campamentos de verano, de cómo se retomará el curso escolar en septiembre… Todo son elucubraciones y distintos “escenarios” en función de lo que en algún momento decidan hacer. Entiendo que no es fácil gestionar una situación como la que hemos tenido, pero lo que no se puede es olvidar por completo a una parte tan importante de la sociedad.
En este final de curso la evaluación no debía realizarse a los estudiantes sino a nuestros políticos y por mi parte ninguno llegaría al aprobado. Los niños durante esta pandemia han sido la gran asignatura pendiente… El futuro de esta sociedad han sido los grandes olvidados, tras el cierre de los colegios y de todos los centros educativos nadie más se ha vuelto a preocupar de las necesidades que tienen todos los niños y adolescentes que en unos años serán los que sustenten esta sociedad. No hemos sido capaces de perfilar una desescalada para ellos, para cubrir todas las necesidades emocionales y sociales que durante estos tres meses se han visto alteradas. La verdad que sería necesario que reflexionemos sobre ello y que no perdiéramos de vista que los niños que estamos formando (y olvidando) hoy, serán los adultos del mañana…
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